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Conforme van pasando los años notamos cómo nuestro rostro va perdiendo elasticidad y volumen, luciendo una piel con una mayor flacidez y cada vez menos tonificada. Este es uno de los signos de envejecimiento que más nos cuesta asumir, incluso más que la aparición de una arruga.

Es por esto que en este blog te contamos sobre las técnicas no quirúrgicas con las que cuenta la medicina estética para mejorar la flacidez de la cara.

Ácido Hialurónico:

El tratamiento de relleno con Ácido Hialurónico es uno de los más demandados por hombres y mujeres en el mundo debido a su efectividadalta capacidad de reabsorción y biocompatibilidad, es decir, como en nuestro organismo contamos con esta sustancia, existe una probabilidad muy baja de provocar reacciones alérgicas o rechazo.

Si bien, el ácido hialurónico se utiliza generalmente para el relleno de arrugas, se ha comprobado que en dosis determinadas y en zonas estratégicas, logra reposicionar los tejidos, consiguiendo levantar áreas como pómulos, mentón, sienes -elevando la zona de la mirada-, y al mismo tiempo reducir arrugas del surco nasogeniano y definir el área mandibular, consiguiendo un rostro más estilizado y tonificado.

Para conseguir óptimos resultados, se recomienda aplicar cada 12 a 18 meses. 

Hilos tensores:

Los hilos tensores de polidioxanona (PDO) se realizan a través de un procedimiento que estimula a las células de fibroblastos para que produzcan más colágeno, proteína que brinda estructura y elasticidad. La ausencia de ésta es una de las principales causas del envejecimiento de la piel.

El procedimiento de hilos tensores puede tratar la mayoría de las partes del rostro que están experimentando signos de envejecimiento y flacidez, como alrededor de las mejillas, mandíbula, cuello, entrecejo y el contorno de los ojos se encuentran entre las áreas más tratadas.

Debido a que sus resultados no son tan drásticos como los resultados de las cirugías de estiramiento facial, los hilos tensores se utilizan comúnmente junto a otros procedimientos anti-envejecimiento como rellenos dérmicos con ácido hialurónico, neuromoduladores como botox y terapias como el plasma rico en plaquetas.

Radiofrecuencia facial:

La radiofrecuencia facial, es un procedimiento no invasivo que utiliza ondas electromagnéticas para penetrar las capas más profundas de la piel: dermis y epidermis. Por medio de la elevación de la temperatura, estas ondas estimulan la producción de colágeno y elastina, además de acelerar la renovación celular, por lo que la piel se vuelve más firme y gruesa con el tiempo.

Este tratamiento es seguro y eficaz, y se recomienda a partir de los 30 años de edad, en principio, para personas que cuenten con buena salud, excepto embarazadas. Es un método seguro e indoloro para cada paciente, y sólo se percibe una leve sensación de calor en el área a tratar que invita a relajarse y disfrutar.

Estos tratamientos lograrán mejorar el aspecto de nuestra piel, sin embargo, ten en cuenta que ningún tratamiento logra revertir el paso de los años. Te recomendamos que complementes cualquier tratamiento con una dieta balanceada, ejercicios y buen dormir. Agenda tu evaluación gratuita aquí.